A muchas personas les cuesta muchísimo hablar de espiritualidad, reniegan y rechazan el tema con miedo, un miedo que no saben de dónde viene. A mí me pasaba, hasta que un día todo cambió. Mucha gente evita estos temas hasta que la vida les golpea y entonces buscan respuestas. Si las respuestas están ahí… ¿Por qué esperar a situaciones tan críticas? Yo desde que nací he buscado respuestas, siempre, pero… fue cuando la vida me dio más duro cuando decidí que estaba cansado de valorar lo que no tenía valor en esta existencia. Quise respuestas y fue tan intenso el grito que me respondieron desde algún lugar de dentro de mí mismo.
Entonces aprendí que cuanto más hablase de esa búsqueda sin miedo más hondo llegaba el bálsamo de «comprender» qué hago vivo aquí y ahora, quien soy. Cuando uno descubre eso se convierte automáticamente en luz para otros por el simple hecho de compartirlo y también de mártir porque muchos se ríen de uno y se mofan. En cuanto descubres que le has podido ser útil a una persona, a una sola… ya te dan igual todos los que se ríen, e incluso los que te golpean gritándote loco.
Locos ha habido muchos, locos de estos que sólo han pretendido amar y compartir eso tan grande que sus corazones han descubierto. Cuando se ha sentido de verdad, cuando se ha visto esa luz os aseguro que uno no se lo puede guardar, ahí no valen miedos ni vergüenzas, ni timidez ni circunstancias. Uno lo grita como puede. Yo llevo haciéndolo años y la recompensa ha sido brutal. Ahora lo hago en este blog, cuando se me ha indicado que era el momento oportuno, cuando ya da igual si la gente se escandaliza y cuando no es un problema para mi «negocio» sino todo lo contrario, una bendición porque me une a personas afines. De nada me sirve este negocio mío, ni el dinero, si no me siento vivo. Además, descubrí algo, cuanto más impregnaba todo de esta realidad más fácil era todo, incluido el que llegase dinero para poder vivir a nivel físico en esta existencia.
Una legión de ángeles cuida de que demos con las personas que debemos cruzarnos en la vida. Unas veces para aprender, otras para enseñar pero casi siempre para sencillamente compartir. Este blog, este trabajo, internet, no es más que otro camino, otra manera de cruzar esos senderos. Como mucha gente despierta y sensible está comprobando se acercan momentos delicados. No hay que tener miedo y los que por algún motivo vemos ese futuro pueden atestiguar que vamos a mejor. Pero para valorar la luz uno debe conocer la oscuridad. Para quitarse de encima todo lo malo uno debe de luchar y lo malo se revuelve, lucha a su manera. Nosotros lo hacemos a la nuestra, en una lucha de amor, sin venganza, sin rencor, una guerra de luz. Hay muchos caballeros de la luz en este planeta, y en otros, y los que se ríen de estas cosas pronto tendrán la mayor sorpresa de sus vidas. Somos afortunados de vivir en estos tiempos; tiempos de cambio.
Me han preguntado algunas personas sobre mi visión de la vida por todas las cosas que escribo. Aquí quiero compartiros una hermosa canción de Phil Wickham, una especie de cantautor rockero cristiano de EEUU para ilustrar la belleza con la que veo el mundo y por lo tanto a Dios. Sí, a Dios y no me da vergüenza usar esa palabra ni aunque se me vaya a entender mal. Pero para mí Dios no es un ser, no es un señor con barba ni un justiciero, ni un papi, para mí Dios lo es todo; desde la tecla que pulso hasta el cielo que veo si levanto la mirada, desde la persona que me odia hasta mí mismo. Si Dios vive en algún lado es en nuestros corazones, en nuestros actos, es en los ojos de quien golpeamos o de quien besamos.
Esto no es una religión en sí, ni una filosofía. En sí podría decirse que es todas las religiones y todas las filosofías, porque todas tienen la verdad. Yo ya saben algunos que he profundizado mucho en casi todas las principales religiones, y en algunas de una manera mucho más honda y radical que la mayoría de las personas. Cada cual que profesa una fe está andando su camino, como yo, un camino con una misma meta. Todos vemos el mismo horizonte, solo que dependiendo de nuestro lugar vemos diferentes cielos, con nubes, tormentas, auroras o arcos iris. Todos los caminos son el mismo camino, sólo variamos los caminantes y el momento en que lo cruzamos. A veces es primavera y ese lugar está florido, otras es invierno y hace frío, pero es el mismo camino.
Pero todo esto no lo «creo», sino que lo «sé». Es certeza, no es creencia ni es fe. No sé bien explicarlo, pero sé algunas cosas y recuerdo otras, tanto del pasado como del futuro. La primera vez que la gente me oye hablar de esto dicen que estoy loco, pero luego pasan cosas raras y acaban siempre por dudar y de alguna manera confiar en que si mintiera me inventaría algo más sencillo, jaja. No le pido a nadie que me crea, sino que se crea a sí mismo, que busque las respuestas dentro de sí, a su manera. Sólo pido que despierten a la vida real, no a esta que nos han casi obligado a vivir. Somos libres!!
Esta canción es complicada de traducir, pues es más bien una mezcla de poema, plegaria y cántico. Espero que al menos se entienda el mensaje. Espero que os llegue, sólo pretendía eso. Besos y abrazos. Sed felices, es una orden.
Veo tu rostro en cada amanecer, veo los colores de la mañana en tus ojos.
El mundo despierta a la luz del día; miro hacia el cielo y digo: eres hermoso.
Veo tu poder en la luz de la luna, lo veo donde los planetas giran y las galaxias que brillan.
Quedamos perplejos ante la luz de las estrellas y ellas proclaman quien eres.
Te veo ahí, colgando de un árbol, te desangraste y moriste, y entonces te levantaste de nuevo por mí. Ahora estás sentado en tu trono celestial. Pronto regresaremos a casa. Eres hermoso.
Cuando lleguemos a la orilla de la eternidad, cuando la muerte sea solo un recuerdo y no halla más lágrimas. Entraremos mientras suenan campanas de boda, con tu amor, y cantaremos; eres hermoso.
Veo tu rostro, eres hermoso, eres hermoso.