<a href="http://www.youtube.com/watch?v=qxmcQGeNcMc?hl=en"><img src="https://www.franrusso.com/libros/wp-content/themes/bokehpro2/img/FFFFFF-0.png" data-original="https://www.franrusso.com/libros/wp-content/plugins/images/play-tub.png" style="background-image:url(https://www.franrusso.com/libros/wp-content/themes/bokehpro2/img/preloader.gif);background-position:center;background-repeat:no-repeat;" alt="Play" style="border:0px;" /></a>

Cuidado con los ladrones de sueños. Uno ve surgir de su más profundo interior una semilla. Un sueño, una esperanza, una realidad imaginada que deseamos incorporar a nuestra realidad presente.

Pero siempre surgen los ladrones de sueños. Esos que nos dicen que es imposible. Esos que nos tratan de recordar que estamos «soñando» cuando desconocen que todos los logros de los hombres en la historia comenzaron siendo soñados.

Yo soñé un día que sabría expresarme, escribir, hablar… para compartir lo que llevo dentro. Lo soñé y lo hice realidad. Ahora es mi idioma, mi lenguaje. Hoy uso esa realidad soñada para abrir los sueños de otros y darle fuerza a los míos futuros. No hay límites, aquí nunca es poco o suficiente. Nos merecemos más, siempre.

cielo estrellado Lo mejor está siempre por llegar. No debemos conformarnos y eso no es avaricia. No debemos dejar de luchar, pues justamente eso es derrotismo. Venimos aquí a cumplir sueños, somos soñadores congénitos. Es nuestro deber y nuestro destino. No debemos cejar en el empeño de ver cumplidos nuestros sueños, de ser felices, de que no nos falte de nada.

Esa meta, sin avaricias ni locuras es una meta sana que todos merecemos alcanzar. Algunos quieren ser ricos, pero la riqueza no sirve para nada. La verdadera riqueza es interna, es invisible, no se cotiza en moneda alguna. El objetivo no es ser rico, sino que no te falte de nada. Eso se llama abundancia.

Muchos quieren abundancia pero no saben lo que es la abundancia. Se regodean en la escasez y se justifican. Siempre nos ponemos límites y nos creemos nuestras propias mentiras, pero también solo nosotros sabemos que todo eso son nimiedades y podemos mandarlas a paseo en cualquier momento.

cielo estrellado

He cumplido tantos sueños que ahora me sé capaz de cumplir todos los que me proponga. Sé que los merezco, los trabajo y los hago realidad. Hoy en día el más grande sueño se cumple; el de poder compartir todo esto con los demás, el ver cómo sus sueños se hacen realidad.

Lo hermoso es que no me había percatado que soñar algo hermoso para los demás provoca que tú seas partícipe de esa positividad recibiendo más magia y más amor del que incluso deseas a toda la humanidad.

La sana locura que me infectó hace años me vacunó contra la tristeza. Mi cuerpo reaccionó aceptando ser feliz. La abundancia llegó a mi vida cuando decidí vivir en abundancia y me comporté como si formara ya parte de mi vida.

cielo estrellado

No tenía apenas, pero lo daba todo, no me guardaba nada. Curiosamente el universo comenzó a proveerme para que no me quedara con nada y pudiera seguir dándole a los demás. Dios comenzó a domiciliarse mis facturas para luego pasar a pagar mis viajes, mis sueños, mi camino. Decidió patrocinarme cuando acepté su mecenazgo, cuando recibí su inmenso amor y su presencia en mi casa, en mi pecho, en mi vida.

Cuidado con esos que se justifican y tratan de justificarle a los demás sus ilusiones. Esos son los más peligrosos porque incluso creen que hacen bien a los demás hablando de “poner los pies en la tierra” y demás inventos del miedo. Venimos para volar, para volar alto. Venimos para soñar y nadie puede robarnos nuestros sueños. Sueñen en voz alta y tengan mucho cuidado de esos que perdieron la esperanza, de los ladrones de sueños.

P.D.: Las fotos fueron tomadas en las islas Seychelles. Jamás olvidaré esos cielos estrellados atestados de millones de lucernarias.